El padre del "artefacto más mortífero" de la historia
En ese tiempo, la enfermedad era tan rara que para los alumnos era una
oportunidad en un millón.
Sin embargo hasta el año 2000, alrededor de 1,1 millón de personas morían
anualmente por esta enfermedad. El 85% de los casos tenían una misma causa: el
tabaco.
"El cigarrillo es el más mortífero artefacto en la historia de la civilización humana", dice Robert Proctor, de la Universidad de Stanford. "Mató a cerca de 100 millones de personas en el siglo XX".
Jordan Goodman, autor de
"Tabaco en la historia", afirma que como historiador se cuida de señalar
individuos, "pero en el caso del tabaco puedo decir con seguridad que James
Buchanan Duke -también conocido como Buck Duke- fue el responsable del fenómeno
de siglo XX conocido como cigarrillo".
Duke no sólo ayudó a crear el cigarrillo moderno, también fue pionero en los métodos de comercialización y distribución que lo catapultaron al éxito en todos los continentes.
Dos años más tarde Duke vio una oportunidad. Comenzó a trabajar con un joven mecánico llamado James Bonsack, quien dijo que podía mecanizar la fabricación de cigarrillos. Duke estaba convencido de que la gente preferiría fumar esos cigarrillos prolijamente enrollados, hechos a máquina y perfectamente simétricos.
La máquina de Bonsack revolucionó la industria del cigarrillo.
¿Puede culparse a James Buchanan Duke (1856-1925), pionero en
la fabricación y distribución de los cigarrillos industriales, por las
innumerables muertes que este producto ha causado?
Cuando el famoso cirujano estadounidense Alton Ochsner (1896 - 1981)
estudiaba medicina en 1919, su clase fue convocada a observar la autopsia de una
víctima de cáncer de pulmón."El cigarrillo es el más mortífero artefacto en la historia de la civilización humana", dice Robert Proctor, de la Universidad de Stanford. "Mató a cerca de 100 millones de personas en el siglo XX".
Duke no sólo ayudó a crear el cigarrillo moderno, también fue pionero en los métodos de comercialización y distribución que lo catapultaron al éxito en todos los continentes.
De la mano a la máquina
En 1880, a la edad de 24 años, Duke entró en lo que era entonces un nicho en el negocio del tabaco: los cigarrillos enrollados. Un pequeño grupo en Durham, Carolina del Norte, EE.UU., enrollaba a mano los cigarrillos "Duque de Durham", y retorcía los extremos para sellarlos.Dos años más tarde Duke vio una oportunidad. Comenzó a trabajar con un joven mecánico llamado James Bonsack, quien dijo que podía mecanizar la fabricación de cigarrillos. Duke estaba convencido de que la gente preferiría fumar esos cigarrillos prolijamente enrollados, hechos a máquina y perfectamente simétricos.
La máquina de Bonsack revolucionó la industria del cigarrillo.